viernes, 7 de febrero de 2014

Antonio Lorenzo Rotili, el hombre Microestadio. Nos metemos en la vida de un gran dirigente de Lanús, quien fue presidente en cuatro períodos y hoy el Microestadio lleva su nombre.

Proximamente........

Lanús no dejó dudas y logró su objetivo. El próximo jueves, ante O´Higgins en el Ciudad de Lanús, comienza la Fase de Grupos. Luego irá a Paraguay y Colombia.

Le ganó 1-0 a Caracas y de esta forma selló su clasificación para la etapa de Grupos de la Copa Libertadores; el paraguayo Ayala convirtió el gol. Antes del inicio del partido se hizo un minuto de silencio en homenaje a las víctimas en el incedio de Barracas de anteayer.
No estaban dadas las condiciones para que se registrara uno de esos resultados que causan un enorme impacto por lo inesperado. Con la confianza que le daba la victoria por 2-0 conseguida en Venezuela, más la seguridad de saberse un mejor equipo, Lanús tenía en la mano su acceso a la etapa de Grupos de la Copa Libertadores. Y así fue: el equipo de Guillermo Barros Schelotto consiguió su objetivo al ganarle también anoche, y como local, por 1-0 a Caracas, con un gol convertido por Víctor Ayala. Por las condiciones ya planteadas, podía suponerse que se iba a ver un partido aburrido y lento. Sin embargo, los protagonistas se encargaron de dar la grata sorpresa de desmentir esta presunción. El conjunto visitante se plantó con decisión ofensiva en el campo de juego para jugar de igual a igual. Y como Lanús naturalmente se posiciona con la mirada de lleno en el arco rival, el partido tuvo un ritmo interesante y poca pausa en el mediocampo. Es cierto que a Caracas le faltó profundidad para inquietar más a Marchesín. Tanto que en la primera etapa no creó situaciones de peligro. Lanús sí tuvo dos ocasiones de gol muy claras. La primera a los 25 minutos, cuando Diego González cabeceó apenas afuera un centro milimétrico de Santiago Silva. La segunda fue frustrada por el arquero Baroja, con una gran intervención ante un remate dentro del área chica de Oscar Benítez, luego de una excelente jugada por la derecha de Lautaro Acosta. El 0-0 con el que se fueron al descanso fue muy poco. Lanús no sufrió por tener cierta dosis de fortuna y pecar de cierta liviandad. En cada avance parecía que podía vulnerar a la débil defensa venezolana, pero siempre había un toque de más o un apresuramiento que le impedía llegar al gol. Faltaba la claridad necesaria como para definir el partido y la serie. Para peor, a los 15 minutos César González hizo una muy buena jugada en el vértice derecho del área de Lanús y su elegante remate cruzado golpeó en el poste del arco de Marchesín. Poco después fue Dany Cure el que avisó y obligó al esfuerzo del arquero. Sobre los 25 minutos llegó la tranquilidad. Carlos Araujo desbordó por la derecha, Ayala tomó la pelota de volea y, con cierta complicidad de Baroja, Lanús logró el gol necesario y tranquilizador. Si antes de empezar el partido ya parecía una necesidad burocrática, los 20 minutos finales resultaron un decorado para la estadística. Lanús no quiso más. Estaba satisfecho. Caracas no pudo más. No tenía con qué. Así, el partido se fue lentamente y Lanús terminó de redondear su objetivo.