martes, 10 de marzo de 2009

ESPN por Mariano Hamilton: Uno que se destaca. Lanús es el mejor equipo argentino. Su gran rival será su participación en la Copa.


Hoy por hoy, Lanús es el mejor equipo del campeonato, y hasta diríamos por mucho.
Los números así lo indican, porque va puntero con 12 unidades, con cuatro ganados y uno perdido (inmerecidamente, ante Gimnasia LP, en la segunda fecha del torneo).
Es un equipo sólido y que, a pesar de tener muchísimos jugadores jóvenes, se mueve dentro de la cancha con la prestancia y solidez de un veterano. Mérito de su entrenador, Luis Zubeldía, pero también de su predecesor, Ramón Cabrero (quien formó a Zubeldía, ya que lo tuvo como ayudante de campo durante cinco años) y por supuesto de los dirigentes, que son coherentes y prolijos, toda una virtud en el desprolijo panorama que reina.
En el fútbol argentino es difícil llenarse la boca de elogios para un equipo porque los vencedores de hoy pueden ser los derrotados de mañana, casi sin escalas. Pero lo de Lanús (que obtuvo su primer título profesional en el Apertura 2007 y fue subcampeón en el Clausura 2006) ya lleva muchos años de regularidad y, eso pase lo que pasare, ya es un logro más que importante para un equipo de los considerados chicos.
Queremos pensar que Boca, River, San Lorenzo, Independiente y ni que hablar Racing, darían lo que no tienen para poder tener un pasado reciente y un presente como el de Lanús.
Sin ir más lejos, no hay mucho más que mirar el caso de Boca y San Lorenzo, los grandes rivales de Lanús y River en la lucha por el título.
San Lorenzo gana y pierde de una fecha a la otra con actuaciones que llevan a sus hinchas de la exaltación a la irritación. El ejemplo más claro fue lo que ocurrió el domingo en Rosario: el equipo de Russo jugó un gran primer tiempo, dominando la pelota, el terreno y a un Rosario Central que no daba pie con bola. Pero tres errores defensivos en serie lo llevaron a quedar 1-3 en el marcador para así desnudar su incapacidad creativa pese a seguir dominando el juego en todos los sectores.
¿Qué paso con San Lorenzo? Fue mejor pero perdió. Y no sería grave que le ocurriera de vez en cuando (en el fútbol muchas veces cae derrotado el que mejor juega), pero sí es preocupante porque en el torneo local lleva dos triunfos y tres derrotas y en la Copa cuenta con un éxito y dos caídas. ¿Balance? Tres partidos ganadores y cinco perdidos en lo que va de 2009. Nada demasiado alentador para un equipo que quiere pelear en los dos frentes.
A Boca le pasa algo parecido, aunque tiene mejor paso que San Lorenzo en la Copa. La única diferencia entre Boca y San Lorenzo (dos ganados y tres perdidos en el Apertura) es que el conjunto de Ischia no termina de convencer jamás, ni aún llevándose los tres puntos.
Lo de Racing ya es cosa seria, como todos saben. Consiguió un punto en el campeonato y el panorama no cambió ni con la contratación y el supuesto envión anímico que Ricardo Caruso Lombardi ("soy el Fabbiani de los entrenadores", se había definido a sí mismo) le tendría que haber dado a sus jugadores.
El futuro dirá qué será de la vida de Caruso y de Racing, pero seguimos pensado que el presidente Molina cometió un error en elegir a un entrenador que bien pude darle algunos puntos en el futuro pero que difícilmente construirá un proyecto serio como, por ejemplo, lleva adelante Lanús.
Independiente es otro caso raro. Cada vez que le dicen a Santoro que si no gana será despedido, el equipo saca la cabeza y obtiene los tres puntos. Le pasó hace tres fechas ante Racing y ahora repitió la operación ante Boca. ¿Será que Independiente sale del pantano cada vez que está por ahogarse? Ya se sabe que la desesperación no es buena consejera. Y menos todavía con triunfos como el que obtuvo ante Boca, por obra y gracia de un par de zapatazos de Montenegro, pero con poco y nada para destacar en el juego.
¿Y River? Ganó ante Arsenal un partido de esos que habitualmente se pierden. Quedó 0-1 al finalizar el primer tiempo y con un hombre menos. Igualó ni bien empezaba el complemento y después remontó el partido -siempre en inferioridad numérica-. Ganó 3-1 y quedó a dos puntos de Lanús. Tiene en su debe, al igual que San Lorenzo y Boca, conseguir cierta regularidad que le permita mirar el futuro con más optimismo. Recordemos que venía de dos derrotas consecutivas: 1-5 con San Lorenzo y 1-2 con San Martín, en la Copa.
¿Vélez? ¿Colón? ¿Gimnasia LP? Todavía no sabemos si están para acompañar o para animar, es decir la diferencia sustancial entre el equipo que está ahí, sin grandes aspiraciones, y aquellos que luchan por el título. No nos animamos todavía a dar un juicio más o menos serio porque todavía, más allá de los resultados positivos que van obteniendo fecha a fecha, no terminan de confirmar una identidad clara.
Queda claro entonces que más acá de los desniveles, el torneo ya arrancó en su plenitud y empieza a tomar vuelo. Con Lanús, claro, como el gran protagonista. Su participación en la Copa Libertadores y todo lo que eso significa como distracción, será su gran enemigo. Si consigue acoplar ambos objetivos y manejar los tiempo, podrá dar que hablar.

LNB: Además de la llegada de Blake Walker, se sumarán dos jugadores más.


A la ya conocida decisión de reemplazar a Ronald Ramón, quien padeció la ruptura del ligamento cruzado anterior, por Blake Walker, la directiva del Departamento de Básquetbol Profesional del Club Atlético Lanús inscribirá un jugador nacional, plaza que puede usar desde la lesión de Sánchez, y reemplazará a Larry Smith por otro norteamericano que actua en la Liga Mexicana.

Así se prepara Lanús para enfrentar los últimos dos partidos de la Liga Nacional, el domingo ante Olímpico de La Banda y el martes a Libertad de Sunchales, pero principalmente se prepara para disputar los playoff por la permanencia ante El Nacional de Monte Hermoso o Quilmes de Mar del Plata.