viernes, 2 de diciembre de 2011

El equipo de Ramón, campeón en la Bombonera.


José Sand, Leonardo Sigali, Claudio Flores, Walter Ribonetto, Rodolfo Graieb, Santiago Hoyos, Nelson Benítez, Carlos Bossio y Maximiliano Velázquez.
Santiago Biglieri, Diego Lagos, Lautaro Acosta, Sebastián Blanco, Marcos Aguirre, Matías Fritzler, Sebastián Salomón, Diego Valeri y Agustín Pellettieri. Campeones.

Pide la pelota Pezzotta, Lanús es el nuevo campeón del fútbol argentino..........


Un 2 de diciembre como hoy, pero del 2007, el viejo y querido Club Atlético Lanús alcanzaba la gloria merecida y se consagraba campeón del Torneo Apertura.
Con un plantel basado en el rendimiento de los frutos de nuestro Fútbol Juvenil e Infantil, acompañado además magistralmente por hombres experimentados que fueron rápidamente “adoptados” por el club y sus hinchas. Estos jugadores quedaron en la historia y aportaron para la grandeza institucional una estrella incomparable y sublime. Con un cuerpo técnico también Made in Lanús.
Pero no sería lo mismo, si la manera hubiera sido otra, si el recorrido social, deportivo e institucional estuviera empequeñecido por concesiones a principios o retrocesos ideológicos. Lanús llegó a la Gloria Deportiva sin retroceder en sus sueños e ideales fundacionales. Jamás dejó de ser primero un club, luego uno comprometido con sus raíces populares, con el nombre y el pueblo de su ciudad de origen, también sin claudicar en una transparente conducta dirigencial a lo largo de muchos años, apostando por un proceso de largo plazo sin claudicaciones. Para que Seba Blanco tire el centro que terminó en el gol de Sand ante Gimnasia de La Plata, hace diez años un dirigente cuidaba, educaba y formaba a Blanquito.
Los secretos no existen: Trabajo, Honestidad, Transparencia y Amor son palabras que están a flor de labios de los que participan de una u otra manera en la institución.
Reivindicar nuestro propio recorrido histórico es indispensable, para valorar adecuadamente lo pasado, enorgullecernos legítimamente de los logros, pero sobre manera para defender lo obtenido.
Llegó como no podía ser de otra manera, acompañado por toda la ciudad que, como dijo aquél querido poeta Granate en la marcha alusiva “...saluda alborozada al vencedor que supo ceñir sobre su frente, laureles victoriosos de CAMPEON...”.

Lanús es hoy, cuatro años despues de aquel logro inigualable, orgullo de sus socios e hinchas, en general de todos los vecinos de su ciudad y referente inevitable para el deporte nacional.

Gracias Lanús.