Foto: Guidi levanta los brazos para saludar a la multitud que llenó la cancha de Huracán. Ese día Lanús se consagró Campeón y retornó a Primera. El Nene reconoció que fue la mayor alegría que le dió el fútbol.
En 1964 Lanús otra vez llega a la División privilegiada de nuestro fútbol, al lugar que siempre perteneció.
Tras disputar una primera parte del torneo llamada Rueda Clasificación, en la que se ubicó tercero con 22 partidos jugados, 10 ganados, 8 igualados y 4 perdidos, con 35 goles propios y 21 goles en contra, sumó 28 unidades y pasó a la Rueda Final.
En esta Rueda Final, el Grana se consagró Campeón con 16 puntos, fruto de 7 victorias, 2 empates y 2 derrotas, con 23 tantos a favor y 11 goles en contra.
El ascenso se logró en cancha de Huracán el 28 de noviembre, cuando venció al Deportivo Español por 4-1, con 2 goles de Bernardo Acosta y los restantes de Juan José De Mario y Roberto Paz.
El plantel estuvo dirigido por Francisco Freire y los jugadores fueron: Ángel Manuel Silva -goleador del equipo con 17 anotaciones- Rolando Irusta, Roberto Avalos, Francisco Bravo, Roberto Paz, Bernardo Acosta, Juan Héctor Guidi, 0scar Iglesias, Fernando Parenti, Juan José De Mario, Héctor Ostua, Melchor Sabella, Juan Carlos Garmendia, Ramón Cabrero, José Colacciatti, Roberto Tedesco y Norberto Menutti.
"El 19 de abril comienza el torneo de Primera B de 1964, en el cual con un estilo depurado y virtuoso, Lanús termina por conquistar el 28 de noviembre. El Director Técnico fue Freire, y el equipo formaba con Rolando Irusta; Francisco Bravo y Roberto Avalos; Roberto Tedesco, Juan Héctor Guidi y Roberto Paz; Oscar Iglesias, Fernando Parenti, Manuel Silva, Bernardo Acosta y Juan José De Mario. Nacen los populares "Albañiles", Manolo Silva y Baby Acosta. Y la hinchada Granate se regocija con sus paredes, sumadas a las locuras de De Mario, pisando la pelota y enloqueciendo a sus marcadores. Lanús recobra la alegría, jugando al fútbol que más le gusta a su hinchada".
Lanús a Primera de la mano del Nene Guidi.
"Habían pasado cuatro años desde aquella tarde para olvidar. Cuatro interminables años que se esfumaban mágicamente de la memoria y dejaban paso a la algarabía en otra inolvidable tarde.
Era el 28 de noviembre de 1964, la cancha neutral de Huracán el escenario indicado y el rival (Deportivo Español) el último escollo para recuperar la máxima categoría.
Lanús, el viejo y querido Lanús, salió a matar y en el 4 a 1 final quedaba reflejada la sonrisa de toda una ciudad que acompañaba detrás.
El ascenso a la Primera División no había sido sencillo. Aquel torneo duro, extenso y peleado, dividido en dos zonas, no lo había encontrado en su mejor forma. Seis equipos por cada zona clasificaron para la Rueda Final. La Zona Sur la había encabezado Temperley y los pronósticos indicaban que las posibilidades de Lanús no eran las mejores. Por otra parte, en la Zona Norte se había jugado mejor y la mayoría de los equipos habían demostrado mayor poderío que los sureños.
En la Rueda Clasificación, el equipo dirigido por Francisco Freire había ganado 10 partidos, empatado 8 y perdido 4, con 35 goles a favor y 21 caídas de su propia valla.
En el torneo final, jugado todos contra todos, arrancó perdiendo contra Deportivo Italiano, cayó también contra Almagro y luego ganó 6 partidos y empató el restante.
A dos fechas de la finalización, tras el espectacular repunte, llegaba la posibilidad del ascenso al alcance de la mano. Y no lo dejó escapar.
Irusta, Bravo y Ávalos, Tedesco, Guidi y Paz, Iglesias, Parenti, Acosta, Silva y De Mario. Los once que salieron a demostrar que podían con el esfuerzo final. Y en tan sólo 3 minutos, los que fueron entre los 14’ y 17’ del primer tiempo, prácticamente liquidó el pleito.
Acosta y De Mario sacaban la ventaja de dos tantos, que de a poco de comenzar el complemento achicaría el Narigón Bilardo para Español. Para dar cifras definitivas al partido, convirtieron Acosta y Paz.
De aquellos nombres se destacaban algunos famosos.
El inolvidable Juan Héctor “Nene” Guidi, gran capitán de aquel equipo, el hijo pródigo que Lanús había recuperado tras su fugaz paso por Independiente.
Los “albañiles” Silva y Acosta, que además de todo lo que construían fueron los goleadores absolutos.
El zaguero Roberto Ávalos, Roberto “Negro” Irusta al arco……..todos hicieron posible aquella vuelta del “Granate” a la división superior.
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