Básquetbol masculino: Lanús perdió ante Gimnasia y Esgrima en Comodoro.

Lanús no pudo consolidar su levantada y en su expedición al sur cayó por 81 a 66 ante Gimnasia de Comodoro Rivadavia en el adelantado de la 8º fecha de la Liga Nacional de Básquet.
El viernes desde las 22:00 visita a El Nacional de Monte Hermoso.

Gimnasia y Esgrima derrotó a Lanús por 81-66 en un partido adelantado por la octava fecha de la segunda fase de la Liga Nacional. Las claves de la victoria se acentuaron en la defensa del segundo tiempo y la efectividad perimetral con 13 triples. De esta manera, los dirigidos por Nicolás Casalánguida cortaron una serie de dos derrotas consecutivas y frenaron a su rival, que venía de 2 triunfos.
Le costó tomarle la mano al partido a los dueños de casa. Liderados por Germán Sciutto y la efectividad (10/15 de cancha en el primer cuarto), Gimnasia tomó diferencias de diez puntos. Sin embargo, la visita siempre intentó mirar a Terrel Taylor y a un decidido Larry Smith en la pintura (13 entre los dos). Entonces, el juego se hizo parejo y con mucha fricción, sobre todo en las zonas pintadas.
Los patagónicos apelaron a sus reservas y a una zona 2-3 que secó a Lanús durante cinco minutos. Hicieron su tarea defendiendo y haciendo descansar a los titulares. El juego se deslució con 19 pérdidas antes del descanso y un "granate" con 10/28 de cancha, a pesar de los esfuerzos de Fernando Funes desde la banca.
Cuando volvieron a la cancha, Gimnasia bombardeó con dureza. De los 24 puntos que convirtió en el tercer cuarto, 18 fueron mediante triples de Gary Buchanan y Mariano Franco. Cada misil hirió a los de Alvaro Castiñeira. Ni siquiera se esperanzaron con la cuarta falta de Jimmy Boston y la ida de Bruno Ingratta por cinco personales. Los bases no dañaron, los aleros se desinflaron y Terrell Taylor se cansó de tanta batalla. Abollaron el aro con 22/61 de campo y empañaron su crecimiento, tras sus dos partidos ganados el último fin de semana.
Entonces, Diego Romero surgió como bandera para cerrar un gran partido, aguantando él sólo en la pintura y pidiendo la pelota siempre en el poste bajo. Los tiradores se encargaron de hacer el resto y Gimnasia gozó de la vuelta a la victoria y vacaciones tempraneras, ya que el partido del viernes ante Peñarol se reprogramó para el 14 de enero.