miércoles, 11 de agosto de 2010

Un barilochense ya juega en la primera de Lanús.


Carlos Izquierdoz es un ejemplo de lucha y convicción. Nació hace 21 años en Bariloche. Se inició en el fútbol en el club Nahuel Huapi de la mano del Pelado Palacios. Dejó la ciudad siendo muy pequeño y buscó su lugar en diferentes clubes del país. El viernes pasado debutó en la primera de Lanús. Una historia conmovedora. En la foto, es el primero de arriba, de izquierda a derecha.

El nombre de Bariloche vuelve a escucharse por los pasillos de la primera división del fútbol argentino. En silencio pero poniendo mucho de eso que los hombres deben poner en momentos adversos, Carlos Izquierdoz trepó a la máxima categoría nacional. El pasado viernes, cuando el cronómetro marcaba el minuto 90 y sólo quedaba jugar el tiempo de descuento, el técnico Luis Zubeldía decidió mandarlo a la cancha en lugar de Santiago Salcedo en el partido que Lanús le ganó como visitante a Arsenal de Sarandí por 2 a 1 en la primera fecha del torneo Apertura 2010. Fueron 180 segundos sublimes. Fue ese instante que este joven defensor nacido en nuestra ciudad hace 21 años ansiaba desde hace tanto tiempo.

“Cali”, así lo llaman, se inició en el club Nahuel Huapi de la mano de Bernardo “Pelado” Palacios con quien también jugó en la escuela 16. Nació y vivió sus primeros años en Bariloche pero su deseo de ser un futbolista profesional hizo que abandonara la ciudad siendo muy pequeño, respaldado por un padre incondicional llamado Roberto, también ex futbolista y un querido lector interactivo de B2000 hoy radicado en Viedma. Se fue a probar a Compañía de Salto y posteriormente a Racing en donde estuvo un año. Luego probó en River gracias a una gestión de Teófilo Knell y Norberto Simón. Probó también en Gimnasia y Colón. Más tarde lo hizo en Rosario Central. En todos los lugares, las actuaciones de “Cali” eran muy buenas pero por una u otra razón era complicado poder incorporarse definitivamente a alguna de estas reconocidas instituciones.

De un momento a otro surgió el interés de una tremenda cantera del fútbol nacional como lo es Argentinos Juniors. Esto le sucedió cuando tenía 15 años y fue un golpe muy duro porque tenía todo seguro en el “Bicho” de la Paternal pero un cambio de técnico en el medio provocó que la ilusión se desmoronara de una manera increíble. Batista, que lo había llevado, se fue. Entró Sosa que no tuvo en cuenta al barilochense. Su representante se movió rápido para salir enseguida del mal trago. Lo llevó a Lanús en plena pre-temporada. Logró ganarse un lugar en una histórica categoría 88 que ganó numerosos torneos. Llegó a jugar en reserva del club “granate” hasta que un día, en un partido frente a Colón de Santa Fe sufrió una severa lesión. Hubo que tomar la decisión de operarse. En la historia apareció la ciudad de Viedma, brindando contención y total apoyo para una buena rehabilitación. Una vez recuperado, Lanús decidió cederlo a préstamo a Atlanta por especial recomendación del técnico Zubeldía que no lo conocía mucho. El objetivo era que “Cali” encuentre en un club de ascenso el rodaje que necesitaba. En el equipo “Bohemio” consiguió continuidad y regularidad. Siempre fue titular y anotó 5 goles, algo que no es sencillo para un defensor en una primera temporada en un club. Su buena labor en Atlanta generó el interés de algunos equipos para llevárselo, tal es el caso de All Boys, Quilmes y Chacarita. Pero Lanús no lo quiso soltar. Y un 6 de Agosto de 2010 se dio la oportunidad de jugar en primera división. Firmó contrato por dos años. Seguramente seguirá escalando en el fútbol nacional. Cuenta con todo el coraje y el convencimiento que se necesita para lograrlo.

Por Cristian Báez - Para el diario digital interactivo Bariloche 2000.

La nota fue enviada por Mario Marolla, un Granate perteneciente a la Peña Patagonia Granate, de San Carlos de Bariloche.

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