domingo, 11 de octubre de 2009

El Departamento de Tenis y Martín Vasallo Argüello homenajearon a Antonio Napoleone.


Gacetilla de homenaje redactada por los compañeros y amigos de Don Antonio:

"El tenis del Club Atlético Lanús ha perdido a una figura emblemática con el fallecimiento de Antonio Napoleone, Socio Granate número 2368 y Socio de Tenis número 121 desde 1955.
Sus dos pasiones fueron la camiseta Granate y el tenis.
Representó al Club en distintas categorías, durante más de cincuenta años, jugando hasta unos días antes de su deceso en el torneo Seniors de Interclubes con 82 años.
Fué uno de los mejores embajadores que tuvo el tenis del club".

Antonio Napoleone, un verdadero caballero del deporte.



El siguiente correo electrónico se lo envió Martín Vassallo Argüello a Luciano Vasallo (su padre), ni bien se enteró del fallecimiento y homenaje a Antonio Napoleone.

Hola Viejo. Estoy en la sala de jugadores de Shanghai.
Cuánto camino recorrido desde el primer paso, desde los primeros golpes con vos en las canchitas de adelante.
Me acuerdo de tantas cosas, estando hoy en el torneo más importante de mi vida.
Me acuerdo del vestuario abajo de la platea. De la salita donde se anotaban canchas. De los muchachos con los que jugabas singles y dobles.
En esas canchas jugué con vos por primera vez; también tomé clases con Dani Altopiedi. Y de ahí en adelante...
Me acuerdo de los internos del club, siempre me gustó la modalidad de jugar con ventajas. Yo al ser chico, jugaba siempre con 5 a 0 de ventaja, pero igual perdía sin lograr hacer games.
Eso de jugar dobles con los más grandes (que para mí todos los eran), es algo que siempre, siempre, recuerdo con mucha felicidad. Estaban los grandes, los más grandes, los viejos, y los recontra viejos. Teniendo en cuenta que tenía siete años, había muchísimos escalones. No voy a poner nombres en este momento por varias razones: porque son muchos, porque no de todos me acuerdo sus apellidos, pero más que nada porque hoy quiero hacer especial honor a uno de los "viejos" que más respetaba en el Club.
Lo recuerdo como una persona tranquila, con mucha armonía. Un viejo lindo, de caminar pausado. Y si bien tengo muchos recuerdos de verlo en las canchas jugando dobles, lo que primero que se me vino a la mente cuando me enteré de su muerte, fue la vez que me enseñó cómo funcionaba eso de anotar canchas. Yo hasta ese día no me había encargado nunca de ello. O lo hacías vos, o los grandes con los que jugaba; pero ese día me mandaste corriendo desde la cancha, cinco minutos antes que terminara el turno de media hora, a ver si encontraba turno a continuación. Lamentablemente no había turno a continuación, pero aprendí, gracias a Napoleone, mi número de socio de tenis, cómo mirar las canchas y los horarios. Y fundamentalmente, aprendí lo que era ser gentil, caballero y generoso... Porque quien tenía la cancha después de nosotros, era Napoleone. Y fue él quien nos permitió jugar media hora más, o mejor dicho, fue él quien priorizó mi felicidad de jugar con vos media hora más, antes que su doble, por el que había estado esperando desde temprano.
Me hace muy feliz sentirme parte del Club Lanús y su historia. Hoy en día, cuando los Clubes y su concepto social desaparecen. Hoy en día, cuando al tenis se juega en canchas privadas y nadie comparte ni una cerveza después de terminar. Hoy en día, cuando los chicos no tienen el lugar donde crecer con ejemplos como los de Napoleone y los "viejos lindos" del Club. Hoy en día, cuando el negocio se prioriza por sobre el espíritu social que se respiraba en ese patio que es el Club Lanús, todos esos recuerdos son para mí lo más valioso que tengo de mis años de crecimiento y aprendizaje. Los asados, los trucos, los almuerzos; tardes enteras, piletas, voley, paddle, nuevas canchas, jugar dobles, ver dobles, interclubes, entrenamientos, escuelitas, Nacho, Argentina, Adriana, jugar 4ta, 3ra, 2da, Intermedia, Primera, salir campeón con el Club, el frontón (que Geromini a veces no usaba), la tribuna que hizo Liberti. Me acuerdo cuando se hizo la salita, la polvera, la parrilla. El árbol que se cayó justo enfrente. Argentina gritando que no jugáramos a la pelota. Horacio Graciano, el profe ("Menguele" lo había bautizado Fabián Ognián).
El Club, que lindo el Club.
Deseo de todo corazón que Napoleone duerma con la paz con la que vivió. Y sobre todo, deseo que sigan existiendo lugares como el Club Lanús, donde Napoleone pueda dejar su ejemplo en la memoria de todos.
Pa, les mando un abrazo enorme a todos en el Club.

Martín.

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