martes, 15 de febrero de 2011

Martín Macchiavello: Pelusa, Mauro, Mario, y la vuelta del cosquilleo.


Pudo haberse quedado allá, esperando por el Barcelona, el Real Madrid, o por el reencuentro con el Pepe Sand en La Coruña. Pero no. Pelusa prefirió volver así como nosotros preferíamos que el 1-0 fuera del 33; pudo haberse quedado en la Bundesliga o en algún club italiano medio pelo tras tanto Scudetto y Viejas (y millonarias) Señoras. Pero no. Camoranesi, único campeón del mundo del Clausura, luego de una fría experencia en Serie B a 40 cuadras del barrio, optó por Lanús para ponerle en la frente la asistencia triunfal a Regueiro, quien podría estar dientes arriba -con su mujer y sus gurises- disfrutando el Carnaval montevideano, pero eligió Arias y Guidi por dos años más… Sí, algo nos pasa por dentro. Unos, acá cerquita, huyen como ratas por un pedazo de queso del bueno. Otros, los nuestros, los que tienen el corazón mirando al Sur, regresan. O se quedan. Incluso se la bancan piola: Romero, el mejor del 2010, se sentó chito en el banco al lado de Carranza, quien podía estar jugando la Libertadores y goleando en la Bombonera, aunque...

Sí, algo pasa. Puta, ese antiguo cosquilleo otra vez…

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