‏Lanús y las manos llenas.

Articulo del Diario Clarin del 26 de junio de 2009.

Por: Miguel Angel Bertolotto.

"En ese imaginario mercado de valores del fútbol que se rige con exclusividad por los resultados, todos los que se aferran a él pueden afirmar con contundencia: Lanús se quedó con las manos vacías. Porque es el mejor equipo de la temporada en cuanto a cantidad de puntos obtenidos (le lleva nueve a Vélez, el escolta en la tabla general; y catorce a Huracán, hoy aspirante a campeón como el cuadro de Gareca, y a Boca, dueño del Apertura), pero paradójicamente no ganó ninguna de las tres competencias que disputó: ni Apertura, ni Copa Libertadores, ni Clausura. Nada de nada si de vueltas olímpicas se trata. Nada de nada de jugadores en andas. Nada de nada de trofeos al cielo. Nada de nada de posters del campeón.
Sin embargo, los que tienen una mirada más amplia que la estrechez de guiarse sólo por un triunfo más o por un triunfo menos, los que ven más allá de la pelota que rebotó en el poste y salió en vez de entrar, los que creen en los proyectos serios y duraderos y no en los éxitos ocasionales, esos saben que las manos de Lanús están llenas. Llenas de trabajo. Llenas de coherencia. Llenas de identidad. Llenas de seriedad. Llenas de entusiasmo. Llenas de ideas. Llenas de moderación. Llenas de equilibrio. Llenas de planes. Llenas de personalidad. Llenas de sueños.
Lanús conoce de memoria lo que quiere -no sólo dentro de la cancha- y la línea de congruencia baja desde el presidente hasta el último de los empleados. El perfil de club es cristalino e innegociable: interés por lo social, obras permanentes, finanzas ordenadas, apuesta a unas divisiones inferiores que abastecen de modo continuo al fútbol profesional, cohesión para respaldar a los entrenadores y para ejercitar la progresión de la faena (el legado de Cabrero lo recibió su alumno, Zubeldía), estabilidad en la compra y en la venta de jugadores. Lanús jamás da un paso mayor al que ciertamente puede dar. No se la cree.
Hoy, que Huracán y Vélez acaparan -merecidamente- la atención por la definición del título, también hay que sacarse el sombrero por este Lanús que ya no pelea por el Clausura pero que es un ejemplo en todos los sentidos. La matemática dice que Lanús no es campeón. La vida enseña que también se puede ser campeón sin corona".