viernes, 11 de diciembre de 2009

Vuelve Melani Soriani, un producto Made in Lanús que regresa de Europa para darle más jerarquía a "Las Bonitas".


Melani Soriani, jugadora con una vasta experiencia internacional más allá de su corta edad, se sumó en la segunda etapa del año a las filas del equipo liderado por Eduardo Pinto para aportar jerarquía y peso ofensivo en los tableros rivales.

¿Cómo fue tu inicio en el club? ¿Qué recuerdos tenés de aquellos tiempos, de tus compañeras? ¿Tenías algún ejemplo a seguir en esa etapa?

"Llegué a Lanús en Mini de primer año, luego me fui, volví en el segundo año de Mini y me quedé hasta juveniles. Siempre jugué en este club, nunca lo hice en otro lado en Argentina y tuve la suerte de hacerlo en compañía de grandes jugadoras. Laura Cors fue mi entrenadora en Mini y compartí el plantel de primera con ella, eso es un lujo que no se da cualquiera. La verdad que Laura es un ejemplo de deportista para todos. Pasaron infinidad de jugadoras y muchos entrenadores pero siempre Lanús es especial, puede ser porque lo llevo en el corazón".

¿Cómo fue tu experiencia en el exterior? ¿En qué país jugaste? ¿Tuviste como compatriotas en el equipo?

"El año que arranqué como juvenil partí a Europa por tres años para jugar allá. Estuve en Italia, más precisamente en Nápoles y Sicilia. Si bien el básquetbol nacional crece muy despacio pero crece, las diferencias con Europa están en la dinámica del juego y la fricción. La mitad de las jugadoras más altas son extranjeras, el entrenamiento es a cara de perro y nadie se ríe, hay esos momentos de humor y risa pero casi siempre es todo frío y serio y en doble turno. En Nápoles compartí equipo con otras argentinas como Alejandra Chesta e Iris Ferrazzolli, después se integraron Débora González y Natacha David que son más chicas. Recuerdo que el primer año en Sicilia estuve con doce argentinos, todos varones casados y con hijos, así que éramos una súper familia. Como adaptación para mí fue perfecta porque me sentía como en mi casa. Y finalmente este año regresé a mi país y a mi querido club".

¿Qué te motivó a volver a jugar en Lanús? ¿Cómo fue tu llegada?

"En cada cierre de temporada europea cuando vuelvo me entreno en el club. Pero este año por razones personales entre otros factores decidí quedarme en la Argentina y surgió la charla con la Subcomisión para saber que camino iba a tomar. Fue ahí que las ganas pudieron más y entonces opté por estar con la familia y con mis amigas, con las que jugué hace tanto tiempo juntas".

¿Qué te dijo Eduardo? ¿Qué te pidió de tu juego y tu posición en la cancha? ¿Cuáles son tus cualidades?

"Eduardo me utilizará como ala pivote, en primera instancia iba a cumplir la función de pivote pero con la llegada de la estadounidense Jill Bell, la misma quedó para ella. Él me hace jugar afuera o en el perímetro, que es donde más gusta, por eso debo acomodar mi juego en beneficio del equipo porque por mi estatura siempre lo hice adentro. Creo que mis mayores virtudes son el tiro externo y la actitud o el carácter que le transmito al plantel, me parece que eso busca de mí Eduardo. Siempre me pide gol, soy muy ofensiva, en defensa me la aguanto pero no es mi fuerte. Él apuesta a mi tiro, a jugar en pareja con el pivote y sé hacerlo jugar al pivote. Quiere un equipo ofensivo y con carácter, es lo fundamental".

¿Cómo observás al básquetbol femenino nacional y en especial a la liga?

"Tuve la suerte de jugar la primera liga nacional antes de irme del país y muchas cosas cambiaron para mejor como el nivel de juego, el reclutamiento de jugadoras del interior, etc. Es decir proyectar un básquetbol más profesional que acá no existe, ya que lo tenemos al masculino que también se sume el femenino; y que la gente apoye, se integre y presencie partidos que n son aburridos y sin ambiente como muchos dicen".

¿Cómo lo ves y para qué está este plantel? ¿Cómo siempre el título lo disputarán los equipos del metropolitano?

"El equipo que se armó está para pelear ahí arriba, esa es mi sensación, más allá que tuvimos algún que otro traspié. Unión Florida es un equipo con mucho carácter y difícil de enfrentarse, el rival que siempre más me costó de los candidatos naturales. Vélez fue el clásico picante desde inferiores pero tiene un equipazo con jugadoras de gran actitud que van para adelante desde el primer segundo y para ganarles debés esforzarte mucho más de lo normal. Ambos conjuntos son grupos con mucho agallas que apenas las pierden se debilitan cualquier equipo. Esperemos ser las que tengamos mayor carácter y convicción y quedarnos con el título, jugadoras no nos faltan porque tenemos un plantel muy rico en calidad".

¿Qué sabés de los demás planteles?

"No conozco mucho de los equipos del interior salvo que en Central Entrerriano y Talleres de Paraná están mis amigas Laura González y Constanza Landra. Me comentaron que se armaron buenos planteles y eso está bien porque cuanto más difícil sea la liga más vistosos y peleados serán los juegos, y más meritorio el que se quede con el torneo".

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